Candelaria tiene doce años y vive con su excéntrica familia en Parruca, un mítico lugar perdido entre montañas. Su madre habla con las piedras, su hermanastro cultiva hongos alucinógenos y su padre, un artista que esculpe ballenas, los ha abandonado. Mientras la vegetación empieza a devorar la casa, los tres reciben a extraños personajes: una mujer experta en plantas venenosas que lleva más de un muerto a cuestas, un hombre que teme a los rayos y dispara contra las nubes que amenazan tormenta, un desahuciado que persigue su propia muerte y deja tras de sí un enigmático manuscrito… Candelaria tratará de que la acompañen en la búsqueda de su padre, y ese proceso le revelará la verdadera complejidad de la vida y le hará comprender que, por debajo de las apariencias, todo ser humano es en ocasiones vulnerable y débil. También su padre, también ella. Con ecos de la narrativa de Gabriel García Márquez, Juan Rulfo o Gioconda Belli, Donde cantan las ballenas pertenece a ese nuevo realismo, presente en las obras de Dolores Reyes, Karina Sainz Borgo o Mariana Enriquez, que nos revela una Latinoamérica que parece de otro tiempo y otro mundo… pero está en este.