Publicado originalmente en 1974, El amor es un arte del tiempo es uno de los últimos libros de Rexroth. En él sigue una búsqueda y un movimiento ya presente en toda su obra: la de desplegar las diferentes constantes que inquietaron su pensamiento y generaron nuevas refexiones en torno a los ciclos de la naturaleza. El amor también es uno de esos móviles, quizás el principal.

Con la melancolía que sólo otorga lo inefable y siempre a través de una expresión directa, enérgica, el poeta describe paisajes, ciudades, rutas en el medio de la noche, ráfagas de luces junto a un lago o la contemplación de los cielos en terrazas de piedra caliza que se desmoronan. Como si todo estuviera ahí para ser contemplado con ese tamiz resplandeciente que sólo el amor produce, inmerso y a la vez expandido en el proceso de ser reconocido e incorporado a la experiencia vital.