Inspirándose en el cuento mitológico de Ícaro escrito por Henri Matisse y en la metamorfosis de Ovidio, Chiara Lossani narra uno de los episodios más conocidos de la mitología griega.

En la primera parte del libro, el autor se apega al mito clásico para presentar a Dédalo, un increíble constructor de máquinas y artífice del Laberinto de Creta, donde el rey Minos lo encierra con su hijo Ícaro, como castigo por ayudar a escapar a Teseo.

La soledad de esta prisión los acerca y les hace soñar con la libertad. Este aislamiento le revela al mayor inventor del mundo que no ha imaginado un juego para su hijo y tampoco ha tenido tiempo de cuidarlo. Ahora sabe que Ícaro es el único que debe cuidar y decide construir alas para escapar, pero el resultado de este invento no es el que esperaba, lo mismo sucedió con el laberinto que construyó, el destino está lleno de trampas, curvas y pellizcos y grietas sin salida.

Una historia que habla de ingenio, amor, obsesión y sensibilidad, donde las ilustraciones de Gabriel Pachecho siguen el tono poético del texto y donde detalles como el minotauro de Creta, el rostro de Dédalo o la huida de padre e hijo son tan parte monumental como los sentimientos que retratan.